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Ocho razones por las cuales tu bebé podría estar levantándose a la noche

Actualizado: 24 jun 2018

Si tu bebé mayor de seis meses repentinamente empezó a despertar más por la noche a continuación te presento las ocho causas más comunes y algunas recomendaciones para que puedes ayudarlo:


1. Hitos de desarrollo: Es común notar mayor despertares nocturnos cuando tu bebé está aprendido una nueva habilidad como rodar, gatear, pararse, caminar y hasta hablar.

Es importante no dar demasiada atención a éstas perturbaciones de sueño pues puede reforzar la vigilia. Se recomienda solamente responder y atender a tu bebé si hay llanto de por medio. Si permanece despierto pero tranquilo es importante darle la oportunidad de volverse a dormir sin tu asistencia. Durante el día ayuda mucho trabajar en éstas habilidades emergentes para que las domine y sea menos probable necesite practicarlas durante la noche.


2. Desarrollo mental: Está demostrado que los bebés a medida crecen pasan por etapas que los autores del libro “Las semanas mágicas” llaman saltos mentales. Es un periodo de desarrollo a nivel neurológico que afectan sus días y noches pero que así como llegan se van. El primero de los diez saltos mentales suele ocurrir a la quinta semana de nacimiento mientras que el último a los 17 meses.

Para saber si tu hijo está pasando por un “salto mental” puedes descargar la aplicación de Las Semanas Mágicas en tu celular o bajarte el libro que está también en versión online. Te ayudará muchísimo a entender mejor a tu bebé y a tenerle extra paciencia en éstos momentos de cambio.


3. La dentición: Es común los padres relacionen los despertares nocturnos de sus hijos a la salida de los dientes. Por lo general, con la dentición vemos síntomas agudos tales como babeo, fastidio generalizado, mejillas rojas y necesidad de morder todo lo que está a la vista durante unos tres días. Siguiente a esto vemos un diente en erupción y los síntomas desaparecen y vuelven más tarde para la salida del siguiente diente.

Como regla general, si tu hijo no está mostrando signos de dentición en el día, es probable los dientes no sea el problema a la noche.

Si detectas que efectivamente su fastidio es por la salida de un diente, actualmente existen muchos métodos desde orgánicos y naturales hasta analgésicos seguros que podrías utilizar para ayudarlo. Pregúntale a tu médico, él te podrá indicar qué opción es la mejor para tu hijo.


4. Sobre estimulación: Debes de haber notado que después de un día donde tu bebé a estado frente a una sobre carga de estímulos éste parece más irritable y no duerme del todo bien. Cada niño es diferente, hay unos necesitan más estímulos que otros. Estar atenta a las señales que te da tu hijo al realizar diferentes actividades es muy importante. De esta manera podrás percibir cuando cierta actividad le genera una sobre carga emocional y física difícil de manejar generándole ansiedad.


5. Enfermedad: ¿Sabías que los síntomas de enfermedades emergentes a menudo pueden aparecer en la noche antes de que se noten durante el día? No es casualidad que escuches toser, estornudar o hasta notar líneas de fiebre entrada la noche.

No hay mucho que puedas hacer acerca de una posible enfermedad en desarrollo, por lo general los síntomas se volverán más perceptibles durante unos días y tendrás una idea más clara para poder iniciar un tratamiento. Tener mucha paciencia y responder a las necesidades de tu bebé en estos momentos en muy importante.


6. Sobre cansancio: No dormir lo suficiente en el día –la cantidad de siestas varían según la edad del niño- y mantener despierto a tu bebé hasta tarde a la noche resulta en un aumento de cortisol, hormona culpable de imposibilitarle conciliar el sueño y permanecer dormido. La mejor solución es darle la oportunidad de contar con buenas siestas y acostarlo temprano a la noche. Los bebés a medida crecen van aumentando su tolerancia para permanecer despiertos sin sobre cansarse, pero cuando son chiquititos es importante estar pendiente a sus señales de sueño y darles la oportunidad de descansar cuando lo estén necesitando.


7. Cambios en el ambiente de sueño: Si tu bebé se duerme en brazos y lo pasas a su cuna ya dormido, a mitad de la noche se sorprenderá al descubrirse en otro lugar. Seguramente llorará y necesitará nuevamente de tus brazos para volverse a dormir.

Podemos ver un efecto similar si otras cosas han cambiado en el ambiente como la música, el ruido blanco o si la luz se ha apagado después de que el bebé se ha quedado dormido. Es importante mantener los elementos ambientales consistentes durante toda la noche y así ayudar a tu bebé a descansar mejor.


8. Dormir con ayuda: Si su bebé necesita de alguien o de algo para quedarse dormido, él necesitará de esto mismo a mitad de la noche cuando pase de sueño profundo a sueño ligero y tenga un mini despertar nocturno.

El apoyo más común que los padres ofrecen a los bebés son el pecho, biberón, movimiento y para niños más grandes acostarse con ellos en la misma cama.

Si su bebé necesita ayuda al principio de la noche para quedarse dormido necesitará ayuda en medio de la noche. Como le has enseñado a quedarse dormido de esa manera es justo que regreses y ofrezcas el mismo apoyo en la madrugada cuando despierta.


Algunas familias están bien apoyando a sus hijos para dormir y volver a dormir, sin embargo, hay otras que llegan a un cansancio extremo donde no solo se afectan los padres si no ya le pasa factura a los hijos.


En éstos casos cambiar los hábitos de sueño de tu hijo es posible de manera respetuosa y natural. Escríbeme y te ayudaré creando un plan de sueño donde mediante un método de acompañamiento le enseñes a tu bebé a descansar mejor.

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